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20 de febrero de 2024 Publicado por Medchannel 733

Más allá del resfriado común: abordando la influenza en la práctica médica

  • Cada año se producen unos mil millones de casos de los cuales entre 3 y 5 millones son graves.
  • Causa de entre 290 000 y 650 000 muertes respiratorias al año.


Generalidades
Infección respiratoria aguda causada por virus gripales. Los virus de la gripe A se clasifican en subtipos en función de las combinaciones de dos proteínas de su superficie: la hemaglutinina (HA) y la neuraminidasa (NA). Existen cuatro tipos de virus gripales: A, B, C y D. Los tipos A y B circulan y causan epidemias estacionales.

  • Tipo A: se clasifican a su vez en subtipos de acuerdo con las combinaciones de las proteínas en su superficie. Actualmente circulan entre los seres humanos los subtipos A(H1N1) y A(H3N2). El A(H1N1) también se conoce actualmente como A(H1N1) pdm09, ya que causó la pandemia de 2009 y sustituyó al virus anterior que circulaba hasta entonces. Todas las pandemias conocidas han sido causadas por este tipo.
  • Tipo B: no se clasifican en subtipos, pero pueden dividirse en linajes: B/Yamagata y B/Victoria.
  • Tipo C: suelen causar infecciones leves, por lo que carecen de importancia desde el punto de vista de la salud pública.
  • Tipo D: afectan principalmente al ganado y no parecen ser causa de infección en el ser humano.


Signos y síntomas
El periodo de incubación y la aparición de la enfermedad es de unos dos días, pero puede oscilar entre uno y cuatro días.
Los síntomas son

  • Aparición súbita de fiebre
  • Tos (generalmente seca, puede ser intensa y durar 2 o más semanas)
  • Cefalea
  • Mialgias y artralgias
  • Malestar general intenso
  • Dolor de garganta
  • Rinorrea


En la mayoría de los casos, la fiebre y los demás síntomas desaparecen en una semana, no obstante, en personas con alto riesgo, puede ser una enfermedad grave e incluso letal. Es posible contraer una infección por más de un virus respiratorio a la vez, es decir, infectarse por el virus de la influenza y el COVID-19 o por varios virus de la influenza, como los virus A y B, a la vez.


Epidemiología
Puede verse afectado cualquier grupo de edad, aunque unos corren más riesgos que otro, como:

  • Las personas con mayor riesgo de enfermedad grave o complicaciones son las embarazadas, niños <5 años
  • pacientes con enfermedades crónicas (cardiacas, pulmonares, renales, metabólicas, del desarrollo neurológico, hepáticas o hematológicas) o inmunodepresión (por VIH/sida, quimioterapia, corticoterapia o neoplasias malignas).
  • Debido a su exposición a los pacientes, los trabajadores de la salud y asistenciales corren gran riesgo de infectarse.


Diagnóstico
La mayoría de los casos humanos de gripe se diagnostican por la clínica. La confirmación en laboratorio se realiza habitualmente mediante detección directa de antígenos, aislamiento del virus o detección del RNA específico del virus por PCR-RT. En el medio clínico se utilizan pruebas diagnósticas rápidas, pero su sensibilidad es baja en comparación con la PCR-RT, y su fiabilidad depende en gran medida de las condiciones de utilización.


Vacunas
Las vacunas tetravalentes contra la influenza brindan protección contra cuatro virus diferentes de la influenza: un virus H1N1, un virus H3N2, un virus B/Victoria y un virus B/Yamagata. Todas las vacunas actuales contra la influenza en los Estados Unidos son tetravalentes y las vacunas trivalentes están formuladas para brindar protección contra tres virus de la influenza (un virus A(H1N1), un virus A(H3N2) y un virus B/Victoria), estas, están aprobadas para su uso en muchos países. Todos los países deben establecer políticas de vacunación contra la influenza estacional que prioricen a:

  • Embarazadas
  • Niños de 6 meses a 5 años
  • Personas mayores
  • Pacientes con enfermedades crónicas
  • Trabajadores de la salud


Tratamiento
El oseltamivir administrado por vía oral o enteral es un antiviral recomendado para pacientes con enfermedad progresiva, grave o con complicaciones que no han sido hospitalizados y para pacientes hospitalizados a causa de la influenza. Se puede considerar el uso de peramivir intravenoso en pacientes hospitalizados que no toleran o no absorben el oseltamivir por estasis gástrica posible o confirmada, absorción incorrecta o sangrado gastrointestinal. El oseltamivir y el baloxavir son opciones disponibles para tratar a pacientes con mayor riesgo de tener complicaciones graves por la influenza, según la edad y las afecciones subyacentes. Los datos sobre el uso de peramivir o zanamivir son muy limitados en pacientes ambulatorios de alto riesgo con influenza. Se prefiere el oseltamivir oral para el tratamiento de personas embarazadas, donde varios estudios han notificado que el uso de inhibidores de la neuraminidasa durante el embarazo es seguro.

Si es indicado, el tratamiento antiviral debe iniciarse cuanto antes después de la aparición de la enfermedad, lo ideal sería dentro de las 48 horas de la aparición de los síntomas para obtener el mayor beneficio clínico. Sin embargo, según estudios de observación, se ha notificado que puede ser beneficioso para los pacientes que tienen enfermedades progresivas, complicadas o graves o que han sido hospitalizados si se administra después de 48 horas. No se debería esperar la confirmación de la influenza del laboratorio para tomar las decisiones sobre el comienzo del tratamiento antiviral.

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