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  • 04 Aug 2020
    Los síntomas del tracto urinario inferior pueden existir en ambos géneros y su etiología puede ser diversa.   El envejecimiento de la población mundial está asociado con un aumento en la incidencia de los síntomas del tracto urinario inferior. Existe una relación lineal no sólo en la incidencia sino también en la progresión y severidad de estos.   Hay múltiples factores adicionales para el desarrollo temprano de síntomas del tracto urinario inferior como son: el síndrome metabólico, la obesidad y las condiciones nutricionales.   El protocolo de estudio dentro del contexto de un varón con síntomas del tracto urinario inferior debe de dirigirse a determinar la etiología de la sintomatología, en este espectro se incluyen causas sistémicas (diabetes mellitus, polidipsia psicógena), infecciosas (infección de vías urinarias), inflamatorias (uretritis, prostatitis crónica), neurogénicas (disfunción vesical) u obstructivas (crecimiento prostático obstructivo, estenosis uretral).   El tratamiento debe dirigirse a corregir la causa subyacente, en el caso del crecimiento prostático obstructivo, existe múltiples alternativas terapéuticas. La decisión se realizará con base en la severidad de la sintomatología y el volumen glandular.   La conducta se normará con la respuesta al tratamiento inicial, la progresión sintomática y la repersución anatomo-funcional del tracto urinario superior.   Dentro de las alternativas de tratamiento se consideran: La vigilancia activa. Cambios higiénico-dietéticos. Terapia farmacológica: fitoterapia dual, bloqueo selectivo alfa 1 adrenérgico, inhibidores de la 5 fosfodiesterasa, análogos de vasopresina, antagonistas muscarínicos y agonistas beta - 3 adrenérgicos. Manejo quirúrgico.   Todas las alternativas de tratamiento deben individualizarse con base en la sintomatología y severidad del cuadro.   Conclusión: Los síntomas del trato urinario poseen múltiples etiologías, en el varón adulto la principal puede corresponder a crecimiento prostático obstructivo en la mayoría de los casos. Se deben descartar causas sistémicas, infecciosas, inflamatorias y neurogénicas. El tratamiento es diverso y dependerá de la severidad de la sintomatología.   Chughtai B, Forde JC, Thomas DDM, Laor L, Hossack T, Woo HH, et al. Benign prostatic hyperplasia. Nat Rev Dis Primer. 5 de mayo de 2016;2:16031. https://www.nature.com/articles/nrdp201631
    13302 Posted by medchannel
  • Los síntomas del tracto urinario inferior pueden existir en ambos géneros y su etiología puede ser diversa.   El envejecimiento de la población mundial está asociado con un aumento en la incidencia de los síntomas del tracto urinario inferior. Existe una relación lineal no sólo en la incidencia sino también en la progresión y severidad de estos.   Hay múltiples factores adicionales para el desarrollo temprano de síntomas del tracto urinario inferior como son: el síndrome metabólico, la obesidad y las condiciones nutricionales.   El protocolo de estudio dentro del contexto de un varón con síntomas del tracto urinario inferior debe de dirigirse a determinar la etiología de la sintomatología, en este espectro se incluyen causas sistémicas (diabetes mellitus, polidipsia psicógena), infecciosas (infección de vías urinarias), inflamatorias (uretritis, prostatitis crónica), neurogénicas (disfunción vesical) u obstructivas (crecimiento prostático obstructivo, estenosis uretral).   El tratamiento debe dirigirse a corregir la causa subyacente, en el caso del crecimiento prostático obstructivo, existe múltiples alternativas terapéuticas. La decisión se realizará con base en la severidad de la sintomatología y el volumen glandular.   La conducta se normará con la respuesta al tratamiento inicial, la progresión sintomática y la repersución anatomo-funcional del tracto urinario superior.   Dentro de las alternativas de tratamiento se consideran: La vigilancia activa. Cambios higiénico-dietéticos. Terapia farmacológica: fitoterapia dual, bloqueo selectivo alfa 1 adrenérgico, inhibidores de la 5 fosfodiesterasa, análogos de vasopresina, antagonistas muscarínicos y agonistas beta - 3 adrenérgicos. Manejo quirúrgico.   Todas las alternativas de tratamiento deben individualizarse con base en la sintomatología y severidad del cuadro.   Conclusión: Los síntomas del trato urinario poseen múltiples etiologías, en el varón adulto la principal puede corresponder a crecimiento prostático obstructivo en la mayoría de los casos. Se deben descartar causas sistémicas, infecciosas, inflamatorias y neurogénicas. El tratamiento es diverso y dependerá de la severidad de la sintomatología.   Chughtai B, Forde JC, Thomas DDM, Laor L, Hossack T, Woo HH, et al. Benign prostatic hyperplasia. Nat Rev Dis Primer. 5 de mayo de 2016;2:16031. https://www.nature.com/articles/nrdp201631
    Aug 04, 2020 13302
  • 02 Jul 2020
    La hiperplasia prostática benigna (HPB), es una enfermedad que afecta a un número considerable de varones después de quinta década de la vida. Aproximadamente el 50% de los hombres a los 50 años, lo padecerán; aumentando la incidencia a un 80% entre la octava y la novena década de la vida.   Aunque la HPB no es sinónimo de presencia de síntomas del tracto urinario inferior (STUI), muchos varones pueden presentar estos síntomas asociados a crecimiento prostático obstructivo.   La HPB histológicamente se caracteriza por la proliferación de los componentes: epitelial y estromal de la zona de transición de la glándula prostática.   Existen múltiples herramientas para diagnosticar en HPB en pacientes con STUI. La primera y más útil es la historia clínica, ésta nos brindará información acerca de la presencia de comorbilidades (que pueden o no estar asociados a STUI, V.gr. DM2), la ingesta diaria de líquidos, la medicación actual del paciente, entre otros detalles. La exploración física nos revelará las características de la glándula prostática mediante el tacto rectal, se podrá constatar la consistencia, estimar el tamaño y describir la presencia y características de nódulos, así como la evaluación integral de la región suprapúbica, genitales externos y valoración neurológica.   Algunas otras herramientas son: la evaluación sintomática con el Índice de Severidad de Síntomas Prostáticos (IPSS) y diario miccional, examen general de orina, la uroflujometría,  antígeno prostático específico y estudio de imagen prostático (USG).   Conclusión. Todo este arsenal de herramientas diagnósticas sirven de apoyo para establecer el diagnóstico diferencial de los síntomas del tracto urinario inferior en el varón mayor de 50 años.   Chughtai B, Forde JC, Thomas DDM, Laor L, Hossack T, Woo HH, et al. Benign prostatic hyperplasia. Nat Rev Dis Primer. 5 de mayo de 2016;2:16031. https://www.nature.com/articles/nrdp201631  
    1668 Posted by medchannel
  • La hiperplasia prostática benigna (HPB), es una enfermedad que afecta a un número considerable de varones después de quinta década de la vida. Aproximadamente el 50% de los hombres a los 50 años, lo padecerán; aumentando la incidencia a un 80% entre la octava y la novena década de la vida.   Aunque la HPB no es sinónimo de presencia de síntomas del tracto urinario inferior (STUI), muchos varones pueden presentar estos síntomas asociados a crecimiento prostático obstructivo.   La HPB histológicamente se caracteriza por la proliferación de los componentes: epitelial y estromal de la zona de transición de la glándula prostática.   Existen múltiples herramientas para diagnosticar en HPB en pacientes con STUI. La primera y más útil es la historia clínica, ésta nos brindará información acerca de la presencia de comorbilidades (que pueden o no estar asociados a STUI, V.gr. DM2), la ingesta diaria de líquidos, la medicación actual del paciente, entre otros detalles. La exploración física nos revelará las características de la glándula prostática mediante el tacto rectal, se podrá constatar la consistencia, estimar el tamaño y describir la presencia y características de nódulos, así como la evaluación integral de la región suprapúbica, genitales externos y valoración neurológica.   Algunas otras herramientas son: la evaluación sintomática con el Índice de Severidad de Síntomas Prostáticos (IPSS) y diario miccional, examen general de orina, la uroflujometría,  antígeno prostático específico y estudio de imagen prostático (USG).   Conclusión. Todo este arsenal de herramientas diagnósticas sirven de apoyo para establecer el diagnóstico diferencial de los síntomas del tracto urinario inferior en el varón mayor de 50 años.   Chughtai B, Forde JC, Thomas DDM, Laor L, Hossack T, Woo HH, et al. Benign prostatic hyperplasia. Nat Rev Dis Primer. 5 de mayo de 2016;2:16031. https://www.nature.com/articles/nrdp201631  
    Jul 02, 2020 1668
  • 15 May 2020
    ¿Qué es un cigarrillos-e? Los cigarrillos electrónicos (cigarrillos-e) son dispositivos operados mediante baterías que calientan una solución líquida para generar un aerosol que inhalan los usuarios. En la mayoría de los cigarrillos-e la solución contiene nicotina, el agente adictivo primario en los cigarrillos tradicionales. Publicado por Revista Atención Médica Encuentre este y otros temas de PMC en la Revista Atención Médica disponible en: Medikatalogo.com (formato T3)   ¿Cuáles son los supuestos beneficios para la salud de los cigarrillos-e para los fumadores que intentan dejar de fumar?   Evidencia clínica: Se desconoce el impacto del uso continuo de los cigarrillos-e sobre los resultados de salud a largo plazo (p. ej., enfermedad cardiovascular, cáncer). Sin embargo, existe evidencia de que el uso de los cigarrillos-e está relacionado con menor toxicidad y menor número de riesgos de salud a corto plazo vs. los cigarrillos tradicionales.     El cambio completo de cigarrillos a cigarrillos-e está relacionado con una reducción de la exposición a químicos tóxicos que no son nicotina y carcinógenos. En un estudio, los fumadores que cambiaron por completo a cigarrillos-e tuvieron una reducción de 64% en un biomarcador específico del tabaco después de dos semanas. El cambio de cigarrillos a cigarrillos-e se ha relacionado también con mejoría en los criterios de valoración respiratorios a corto plazo, aunque la mayoría de los estudios tuvo una muestra pequeña.   En un estudio, se asignó al azar a fumadores sanos, para cambiar a cigarrillos-e con diversas concentraciones de nicotina o a no cambiar a cigarrillos-e. A la semana 52 de seguimiento, los síntomas autorreferidos sobre tos/flemas disminuyeron y la medición del investigador del flujo espiratorio forzado aumentó en los fumadores de cigarrillos que cambiaron a cigarrillos-e.   En una revisión retrospectiva de expedientes de 48 pacientes con enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), que incluyeron a 24 usuarios de cigarrillos-e diarios y 24 fumadores de cigarrillos tradicionales, los usuarios de cigarrillos-e mostraron una disminución de las exacerbaciones de EPOC, mejoría del estado de salud de EPOC referido por el paciente y una reversión en la declinación del volumen espiratorio, a lo largo del seguimiento de 24 meses.   ¿Cuáles son los posibles daños de los cigarrillos-e?   La nicotina es el principal componente adictivo en los productos de tabaco; de ahí que, exista también un riesgo de adicción con los cigarrillos-e. A menudo, las concentraciones de nicotina que se presentan en las etiquetas de los cigarrillos-e son incorrectas. Se ha mostrado también que los líquidos y el vapor de los cigarrillos-e contienen tóxicos, que incluyen metales pesados (p. ej., cromo, plomo, arsénico), compuestos orgánicos volátiles y nitrosaminas específicas del tabaco, aunque en menores concentraciones que en los cigarrillos.   La exposición a la nicotina y a tóxicos en los cigarrillos-e es muy variable, dependiendo del dispositivo y la conducta del usuario, por lo que es difícil determinar el riesgo. Aunque los humectantes, los cuales constituyen la mayor parte del volumen del líquido-e y muchos de los saborizantes en el cigarrillo-e están reconocidos por la U.S. Food and Drug Administration (FDA) como seguros para ingestión, se han realizado pocas pruebas sobre la seguridad de la inhalación en humanos.   La solución líquida en los cigarrillos-e contiene altas concentraciones de nicotina que en ocasiones provocan envenenamiento por nicotina mediante ingestión, contacto dérmico o inhalación. La ingestión del líquido del cigarrillo-e es más peligrosa que la ingestión de un cigarrillo. Los niños expuestos al líquido del cigarrillo-e tienen cinco veces más riesgo de hospitalizarse que los niños expuestos a los cigarrillos. Los niños pequeños son especialmente vulnerables a tener problemas médicos por la exposición a los cigarrillos-e. Los síntomas de envenenamiento por nicotina incluyen mareo, taquicardia, vómito y convulsiones.   Las baterías defectuosas de los cigarrillos-e, en ocasiones llegan a explotar y causar quemaduras.  Aproximadamente 4% de las mujeres embarazadas en Estados Unidos usa cigarrillos-e (vs. 7% para cigarrillos). En contraste, con el uso del cigarrillo, existe poca evidencia en cuanto a la reducción del uso de cigarrillos-e en mujeres embarazadas vs. Las mujeres en edad reproductiva. Los cigarrillos-e se perciben como menos dañinos que los cigarrillos durante el embarazo y como productos útiles para que las mujeres embarazadas dejen de fumar. El uso de cigarrillos durante el embarazo está relacionado con bajo peso al nacer, nacimiento prematuro y síndrome de muerte repentina del lactante.   Se desconocen los riesgos del uso de los cigarrillos-e, que incluyen los riesgos relativos vs. el uso del cigarrillo y los riesgos del uso doble (cigarrillos y cigarrillos-e usados de manera concurrente), para las mujeres embarazadas y el desarrollo fetal.  Sin embargo, aunque los productos derivados de la combustión del tabaco se consideran más nocivos que la nicotina para los adultos y mujeres que no están embarazadas, la nicotina misma es un tóxico del desarrollo cuando se utiliza durante el embarazo y la FDA la cataloga como teratógena para los fetos humanos.   En los modelos animales, la exposición prenatal a la nicotina activa los receptores de nicotina lo que provoca cambios en la estructura y función cerebral de la descendencia. El tabaquismo se inicia a menudo durante la adolescencia, un periodo clave para el desarrollo cerebral. En la actualidad se desconocen los efectos de los cigarrillos-e en el cerebro humano. En modelos animales, la nicotina disminuye los circuitos de control de impulsos, altera los circuitos relacionados con el estado de ánimo y la adicción, así mismo afecta las regiones cerebrales dedicadas a la atención y aprendizaje.   Existe evidencia creciente de que los cigarrillos-e aumentan el riesgo de inicio del consumo de cigarrillos. En un metaanálisis reciente se indicó que en los adolescentes y adultos jóvenes, que nunca han fumado, las probabilidades de que empiecen a fumar es tres a seis veces mayor en los que han usado alguna vez los cigarrillos-e, en comparación con los que nunca han usado cigarrillos-e.   En un estudio se demostraron también vínculos entre el uso de los cigarrillose y el uso posterior de marihuana en los adolescentes. Los cigarrillos-e se utilizan también para vaporizar marihuana o aceite de cannabis. Los sabores dulces, como “popurrí de mango y frutas” y “caramelo”, son particularmente atractivos para los jóvenes, quienes se vuelven adictos a la nicotina y les es difícil dejar los cigarrillos-e. Las tasas de exposición de segunda mano al vapor de los cigarrillos-e es alta también entre los jóvenes, con 18% en los alumnos de secundaria y 29% en los preparatorianos. La exposición de segunda mano al cigarrillo-e aumenta 27% el riesgo de un ataque de asma en los jóvenes asmáticos.  
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  • ¿Qué es un cigarrillos-e? Los cigarrillos electrónicos (cigarrillos-e) son dispositivos operados mediante baterías que calientan una solución líquida para generar un aerosol que inhalan los usuarios. En la mayoría de los cigarrillos-e la solución contiene nicotina, el agente adictivo primario en los cigarrillos tradicionales. Publicado por Revista Atención Médica Encuentre este y otros temas de PMC en la Revista Atención Médica disponible en: Medikatalogo.com (formato T3)   ¿Cuáles son los supuestos beneficios para la salud de los cigarrillos-e para los fumadores que intentan dejar de fumar?   Evidencia clínica: Se desconoce el impacto del uso continuo de los cigarrillos-e sobre los resultados de salud a largo plazo (p. ej., enfermedad cardiovascular, cáncer). Sin embargo, existe evidencia de que el uso de los cigarrillos-e está relacionado con menor toxicidad y menor número de riesgos de salud a corto plazo vs. los cigarrillos tradicionales.     El cambio completo de cigarrillos a cigarrillos-e está relacionado con una reducción de la exposición a químicos tóxicos que no son nicotina y carcinógenos. En un estudio, los fumadores que cambiaron por completo a cigarrillos-e tuvieron una reducción de 64% en un biomarcador específico del tabaco después de dos semanas. El cambio de cigarrillos a cigarrillos-e se ha relacionado también con mejoría en los criterios de valoración respiratorios a corto plazo, aunque la mayoría de los estudios tuvo una muestra pequeña.   En un estudio, se asignó al azar a fumadores sanos, para cambiar a cigarrillos-e con diversas concentraciones de nicotina o a no cambiar a cigarrillos-e. A la semana 52 de seguimiento, los síntomas autorreferidos sobre tos/flemas disminuyeron y la medición del investigador del flujo espiratorio forzado aumentó en los fumadores de cigarrillos que cambiaron a cigarrillos-e.   En una revisión retrospectiva de expedientes de 48 pacientes con enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), que incluyeron a 24 usuarios de cigarrillos-e diarios y 24 fumadores de cigarrillos tradicionales, los usuarios de cigarrillos-e mostraron una disminución de las exacerbaciones de EPOC, mejoría del estado de salud de EPOC referido por el paciente y una reversión en la declinación del volumen espiratorio, a lo largo del seguimiento de 24 meses.   ¿Cuáles son los posibles daños de los cigarrillos-e?   La nicotina es el principal componente adictivo en los productos de tabaco; de ahí que, exista también un riesgo de adicción con los cigarrillos-e. A menudo, las concentraciones de nicotina que se presentan en las etiquetas de los cigarrillos-e son incorrectas. Se ha mostrado también que los líquidos y el vapor de los cigarrillos-e contienen tóxicos, que incluyen metales pesados (p. ej., cromo, plomo, arsénico), compuestos orgánicos volátiles y nitrosaminas específicas del tabaco, aunque en menores concentraciones que en los cigarrillos.   La exposición a la nicotina y a tóxicos en los cigarrillos-e es muy variable, dependiendo del dispositivo y la conducta del usuario, por lo que es difícil determinar el riesgo. Aunque los humectantes, los cuales constituyen la mayor parte del volumen del líquido-e y muchos de los saborizantes en el cigarrillo-e están reconocidos por la U.S. Food and Drug Administration (FDA) como seguros para ingestión, se han realizado pocas pruebas sobre la seguridad de la inhalación en humanos.   La solución líquida en los cigarrillos-e contiene altas concentraciones de nicotina que en ocasiones provocan envenenamiento por nicotina mediante ingestión, contacto dérmico o inhalación. La ingestión del líquido del cigarrillo-e es más peligrosa que la ingestión de un cigarrillo. Los niños expuestos al líquido del cigarrillo-e tienen cinco veces más riesgo de hospitalizarse que los niños expuestos a los cigarrillos. Los niños pequeños son especialmente vulnerables a tener problemas médicos por la exposición a los cigarrillos-e. Los síntomas de envenenamiento por nicotina incluyen mareo, taquicardia, vómito y convulsiones.   Las baterías defectuosas de los cigarrillos-e, en ocasiones llegan a explotar y causar quemaduras.  Aproximadamente 4% de las mujeres embarazadas en Estados Unidos usa cigarrillos-e (vs. 7% para cigarrillos). En contraste, con el uso del cigarrillo, existe poca evidencia en cuanto a la reducción del uso de cigarrillos-e en mujeres embarazadas vs. Las mujeres en edad reproductiva. Los cigarrillos-e se perciben como menos dañinos que los cigarrillos durante el embarazo y como productos útiles para que las mujeres embarazadas dejen de fumar. El uso de cigarrillos durante el embarazo está relacionado con bajo peso al nacer, nacimiento prematuro y síndrome de muerte repentina del lactante.   Se desconocen los riesgos del uso de los cigarrillos-e, que incluyen los riesgos relativos vs. el uso del cigarrillo y los riesgos del uso doble (cigarrillos y cigarrillos-e usados de manera concurrente), para las mujeres embarazadas y el desarrollo fetal.  Sin embargo, aunque los productos derivados de la combustión del tabaco se consideran más nocivos que la nicotina para los adultos y mujeres que no están embarazadas, la nicotina misma es un tóxico del desarrollo cuando se utiliza durante el embarazo y la FDA la cataloga como teratógena para los fetos humanos.   En los modelos animales, la exposición prenatal a la nicotina activa los receptores de nicotina lo que provoca cambios en la estructura y función cerebral de la descendencia. El tabaquismo se inicia a menudo durante la adolescencia, un periodo clave para el desarrollo cerebral. En la actualidad se desconocen los efectos de los cigarrillos-e en el cerebro humano. En modelos animales, la nicotina disminuye los circuitos de control de impulsos, altera los circuitos relacionados con el estado de ánimo y la adicción, así mismo afecta las regiones cerebrales dedicadas a la atención y aprendizaje.   Existe evidencia creciente de que los cigarrillos-e aumentan el riesgo de inicio del consumo de cigarrillos. En un metaanálisis reciente se indicó que en los adolescentes y adultos jóvenes, que nunca han fumado, las probabilidades de que empiecen a fumar es tres a seis veces mayor en los que han usado alguna vez los cigarrillos-e, en comparación con los que nunca han usado cigarrillos-e.   En un estudio se demostraron también vínculos entre el uso de los cigarrillose y el uso posterior de marihuana en los adolescentes. Los cigarrillos-e se utilizan también para vaporizar marihuana o aceite de cannabis. Los sabores dulces, como “popurrí de mango y frutas” y “caramelo”, son particularmente atractivos para los jóvenes, quienes se vuelven adictos a la nicotina y les es difícil dejar los cigarrillos-e. Las tasas de exposición de segunda mano al vapor de los cigarrillos-e es alta también entre los jóvenes, con 18% en los alumnos de secundaria y 29% en los preparatorianos. La exposición de segunda mano al cigarrillo-e aumenta 27% el riesgo de un ataque de asma en los jóvenes asmáticos.  
    May 15, 2020 1555
  • 30 Apr 2020
    La Red Canadiense para el Tratamiento del Estado de Ánimo y la Ansiedad (CANMAT) realizó una revisión de las pautas del 2009 actualizando, la evidencia y las recomendaciones. El alcance de las directrices de 2016 sigue siendo el manejo del trastorno depresivo mayor (TDM) en adultos, con un público objetivo de psiquiatras y otros profesionales de la salud mental.   Utilizando el formato de preguntas y respuestas, los investigadores realizaron una búsqueda sistematizada de literatura centrada en revisiones sistemáticas y meta-análisis. La evidencia se calificó utilizando criterios definidos por CANMAT para el nivel de evidencia. Las recomendaciones para las líneas de tratamiento se basaron en la calidad de la evidencia y el consenso de expertos clínicos. "Tratamientos farmacológicos" es la tercera de las seis secciones de directrices de 2016. Con poca información nueva sobre medicamentos más antiguos, las recomendaciones de tratamiento se centran en los antidepresivos de segunda generación.   Resultados: se proporcionan respuestas informadas por evidencia para 21 preguntas en 4 categorías amplias: 1) principios de manejo farmacológico, incluida la evaluación individualizada de los factores del paciente y la medicación para la selección de antidepresivos, el monitoreo regular y frecuente, y la evaluación de resultados clínicos y funcionales con medidas basadas en mediciones de cuidado; 2) aspectos comparativos de los medicamentos antidepresivos basados ​​en la eficacia, la tolerabilidad y la seguridad, incluidos los resúmenes de los medicamentos recientemente aprobados desde 2009; 3) enfoques prácticos para el manejo farmacológico, incluidas las interacciones farmacológicas y las recomendaciones de mantenimiento; y 4) manejar la respuesta inadecuada y la resistencia al tratamiento, con un enfoque en cambiar antidepresivos, aplicar tratamientos complementarios y agentes nuevos y emergentes.   Conclusiones: Los tratamientos farmacológicos basados ​​en la evidencia están disponibles para el tratamiento de primera línea de TDM y para el manejo de su respuesta inadecuada. Sin embargo, dadas las limitaciones de la base de evidencia, el manejo farmacológico del TDM todavía depende de los tratamientos a medida del paciente.   Kennedy SH, Lam RW, McIntyre RS, et al. Can J Psychiatry. 2016;61(9):540–560. doi:10.1177/0706743716659417 https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC4994790/  
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  • La Red Canadiense para el Tratamiento del Estado de Ánimo y la Ansiedad (CANMAT) realizó una revisión de las pautas del 2009 actualizando, la evidencia y las recomendaciones. El alcance de las directrices de 2016 sigue siendo el manejo del trastorno depresivo mayor (TDM) en adultos, con un público objetivo de psiquiatras y otros profesionales de la salud mental.   Utilizando el formato de preguntas y respuestas, los investigadores realizaron una búsqueda sistematizada de literatura centrada en revisiones sistemáticas y meta-análisis. La evidencia se calificó utilizando criterios definidos por CANMAT para el nivel de evidencia. Las recomendaciones para las líneas de tratamiento se basaron en la calidad de la evidencia y el consenso de expertos clínicos. "Tratamientos farmacológicos" es la tercera de las seis secciones de directrices de 2016. Con poca información nueva sobre medicamentos más antiguos, las recomendaciones de tratamiento se centran en los antidepresivos de segunda generación.   Resultados: se proporcionan respuestas informadas por evidencia para 21 preguntas en 4 categorías amplias: 1) principios de manejo farmacológico, incluida la evaluación individualizada de los factores del paciente y la medicación para la selección de antidepresivos, el monitoreo regular y frecuente, y la evaluación de resultados clínicos y funcionales con medidas basadas en mediciones de cuidado; 2) aspectos comparativos de los medicamentos antidepresivos basados ​​en la eficacia, la tolerabilidad y la seguridad, incluidos los resúmenes de los medicamentos recientemente aprobados desde 2009; 3) enfoques prácticos para el manejo farmacológico, incluidas las interacciones farmacológicas y las recomendaciones de mantenimiento; y 4) manejar la respuesta inadecuada y la resistencia al tratamiento, con un enfoque en cambiar antidepresivos, aplicar tratamientos complementarios y agentes nuevos y emergentes.   Conclusiones: Los tratamientos farmacológicos basados ​​en la evidencia están disponibles para el tratamiento de primera línea de TDM y para el manejo de su respuesta inadecuada. Sin embargo, dadas las limitaciones de la base de evidencia, el manejo farmacológico del TDM todavía depende de los tratamientos a medida del paciente.   Kennedy SH, Lam RW, McIntyre RS, et al. Can J Psychiatry. 2016;61(9):540–560. doi:10.1177/0706743716659417 https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC4994790/  
    Apr 30, 2020 1708
  • 26 Mar 2020
    El trastorno depresivo mayor es una enfermedad a menudo crónica y recurrente. Si no se trata, puede provocar alteraciones progresivas en la estructura cerebral y la función de sus circuitos. Los hallazgos recientes sugieren que la farmacoterapia puede detener y posiblemente revertir esos efectos.   Tales hallazgos, junto con la evidencia de que un retraso en el tratamiento se asocia con resultados clínicos más pobres, subrayan la urgencia de tratar rápidamente la depresión para la recuperación completa. El tratamiento optimizado temprano, utilizando atención basada en mediciones y personalizando el manejo para cada paciente, puede proporcionar los mejores resultados posibles para cada caso particular.   El objetivo del artículo citado es presentar recomendaciones para utilizar un enfoque centrado en el paciente para proporcionar rápidamente un tratamiento farmacológico óptimo a aquellos con un trastorno depresivo mayor. Ofrecer un tratamiento para esta patología, será determinado por las características individuales del paciente (por ejemplo, síntomas predominantes, historial médico, comorbilidades), preferencias y expectativas del paciente y, críticamente, su propia definición de bienestar, brindando la mejor oportunidad para una recuperación funcional completa.   Oluboka OJ, Katzman MA, Habert J, et al. Int J Neuropsychopharmacol. 2018;21(2):128–144. doi:10.1093/ijnp/pyx081 https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC5793729/  
    1061 Posted by medchannel
  • El trastorno depresivo mayor es una enfermedad a menudo crónica y recurrente. Si no se trata, puede provocar alteraciones progresivas en la estructura cerebral y la función de sus circuitos. Los hallazgos recientes sugieren que la farmacoterapia puede detener y posiblemente revertir esos efectos.   Tales hallazgos, junto con la evidencia de que un retraso en el tratamiento se asocia con resultados clínicos más pobres, subrayan la urgencia de tratar rápidamente la depresión para la recuperación completa. El tratamiento optimizado temprano, utilizando atención basada en mediciones y personalizando el manejo para cada paciente, puede proporcionar los mejores resultados posibles para cada caso particular.   El objetivo del artículo citado es presentar recomendaciones para utilizar un enfoque centrado en el paciente para proporcionar rápidamente un tratamiento farmacológico óptimo a aquellos con un trastorno depresivo mayor. Ofrecer un tratamiento para esta patología, será determinado por las características individuales del paciente (por ejemplo, síntomas predominantes, historial médico, comorbilidades), preferencias y expectativas del paciente y, críticamente, su propia definición de bienestar, brindando la mejor oportunidad para una recuperación funcional completa.   Oluboka OJ, Katzman MA, Habert J, et al. Int J Neuropsychopharmacol. 2018;21(2):128–144. doi:10.1093/ijnp/pyx081 https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC5793729/  
    Mar 26, 2020 1061
  • 26 Mar 2020
    Hace poco más de un año, unos investigadores australianos decidieron realizar una revisión narrativa para abordar la 'elección' de antidepresivos, considerando una gama de parámetros ponderados por pacientes y médicos o sugeridos en la literatura científica. Los resultados fueron sintetizados e incorporados a un modelo de experiencia clínica para ayudar a la elección de algún antidepresivo (AD). Entre sus resultados reportaron que los estudios de eficacia comparativa entre AD´s ofrecen una orientación indicativa, mientras que la predicción precisa de la psiquiatría basada en la genética, el trauma durante el desarrollo, los estudios de neuroimagen, así como los biomarcadores conductuales y cognitivos, actualmente tiene una utilidad clínica limitada. El modelo propuesto por ellos ofrece una guía adicional para la elección de AD, evaluando primero la presencia de un subtipo depresivo o grupo de síntomas y haciendo coincidir la elección de la clase de AD en consecuencia. De lo contrario, se puede elegir un medicamento en función de la gravedad de la depresión. La elección dentro de la clase se puede determinar por referencia al estilo de personalidad, preferencia del paciente, comorbilidades médicas o psiquiátricas y el perfil de efectos secundarios. Ellos concluyen que la aclaración en la elección de un AD ocurrirá cuando los medicamentos se prueben en subtipos depresivos específicos en lugar de utilizar el diagnóstico genérico del trastorno depresivo mayor (TDM). Dichos métodos 'de arriba hacia abajo' podrían mejorarse mediante estudios 'de abajo hacia arriba' para clasificar a las personas de acuerdo con los grupos de síntomas y biomarcadores con eficacia de algún AD probado en estas categorías. Ambos métodos podrían utilizarse para una elección personalizada.   A Bayes, G Parker. Acta Psychiatr Scand, 139 (3), 280-291. Mar 2019. https://onlinelibrary.wiley.com/doi/abs/10.1111/acps.13001
    1116 Posted by medchannel
  • Hace poco más de un año, unos investigadores australianos decidieron realizar una revisión narrativa para abordar la 'elección' de antidepresivos, considerando una gama de parámetros ponderados por pacientes y médicos o sugeridos en la literatura científica. Los resultados fueron sintetizados e incorporados a un modelo de experiencia clínica para ayudar a la elección de algún antidepresivo (AD). Entre sus resultados reportaron que los estudios de eficacia comparativa entre AD´s ofrecen una orientación indicativa, mientras que la predicción precisa de la psiquiatría basada en la genética, el trauma durante el desarrollo, los estudios de neuroimagen, así como los biomarcadores conductuales y cognitivos, actualmente tiene una utilidad clínica limitada. El modelo propuesto por ellos ofrece una guía adicional para la elección de AD, evaluando primero la presencia de un subtipo depresivo o grupo de síntomas y haciendo coincidir la elección de la clase de AD en consecuencia. De lo contrario, se puede elegir un medicamento en función de la gravedad de la depresión. La elección dentro de la clase se puede determinar por referencia al estilo de personalidad, preferencia del paciente, comorbilidades médicas o psiquiátricas y el perfil de efectos secundarios. Ellos concluyen que la aclaración en la elección de un AD ocurrirá cuando los medicamentos se prueben en subtipos depresivos específicos en lugar de utilizar el diagnóstico genérico del trastorno depresivo mayor (TDM). Dichos métodos 'de arriba hacia abajo' podrían mejorarse mediante estudios 'de abajo hacia arriba' para clasificar a las personas de acuerdo con los grupos de síntomas y biomarcadores con eficacia de algún AD probado en estas categorías. Ambos métodos podrían utilizarse para una elección personalizada.   A Bayes, G Parker. Acta Psychiatr Scand, 139 (3), 280-291. Mar 2019. https://onlinelibrary.wiley.com/doi/abs/10.1111/acps.13001
    Mar 26, 2020 1116
  • 17 Mar 2020
    La Organización Mundial de la Salud ha identificado los 10 principales riesgos que ven comprometida la seguridad de los pacientes. La importancia de tenerlos presentes radica en que uno de cada 300 decesos en unidades de salud es prevenible ya que se atribuye a accidentes médicos prevenibles.   1. Se identificó que uno de cada diez pacientes sufre daños mientras recibe atención hospitalaria.   2. Los eventos adversos por falta de seguridad en la atención son probablemente una de las 10 causas principales de muerte y discapacidad en el mundo.   3. Cuatro de cada 10 pacientes sufren daños en la atención primaria y ambulatoria. Los errores más perjudiciales están relacionados con el diagnóstico, la prescripción y el uso de medicamentos.   4. El 15% del gasto y las actividades hospitalarias en países de la OCDE es resultado directo de eventos adversos.   5. Se ha demostrado que invertir en seguridad para el paciente conseguirá ahorros significativos.   6. Falta de seguridad en las practicas de medicación y errores de medicación se traducen en pérdidas millonarias.   7. Los diagnósticos incorrectos o tardíos son una de las causas más frecuentes de daños a los pacientes.   8. Las infecciones nosocomiales pueden llegar a afectar al 10% de los pacientes hospitalizados.   9. Cada año mueren más de 1 millón de pacientes por complicaciones quirúrgicas.   10. La exposición a la radiación con fines médicos es un problema de salud pública.   Estos datos nos dejan una tarea ardua por hacer para profesionalizar los servicios de salud, está en nuestras manos dar un paso para ello.   ¿Qué consejos le brindaría a sus colegas para evitar las malas prácticas clínicas?
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  • La Organización Mundial de la Salud ha identificado los 10 principales riesgos que ven comprometida la seguridad de los pacientes. La importancia de tenerlos presentes radica en que uno de cada 300 decesos en unidades de salud es prevenible ya que se atribuye a accidentes médicos prevenibles.   1. Se identificó que uno de cada diez pacientes sufre daños mientras recibe atención hospitalaria.   2. Los eventos adversos por falta de seguridad en la atención son probablemente una de las 10 causas principales de muerte y discapacidad en el mundo.   3. Cuatro de cada 10 pacientes sufren daños en la atención primaria y ambulatoria. Los errores más perjudiciales están relacionados con el diagnóstico, la prescripción y el uso de medicamentos.   4. El 15% del gasto y las actividades hospitalarias en países de la OCDE es resultado directo de eventos adversos.   5. Se ha demostrado que invertir en seguridad para el paciente conseguirá ahorros significativos.   6. Falta de seguridad en las practicas de medicación y errores de medicación se traducen en pérdidas millonarias.   7. Los diagnósticos incorrectos o tardíos son una de las causas más frecuentes de daños a los pacientes.   8. Las infecciones nosocomiales pueden llegar a afectar al 10% de los pacientes hospitalizados.   9. Cada año mueren más de 1 millón de pacientes por complicaciones quirúrgicas.   10. La exposición a la radiación con fines médicos es un problema de salud pública.   Estos datos nos dejan una tarea ardua por hacer para profesionalizar los servicios de salud, está en nuestras manos dar un paso para ello.   ¿Qué consejos le brindaría a sus colegas para evitar las malas prácticas clínicas?
    Mar 17, 2020 1056
  • 21 Feb 2020
    La hepatitis autoinmune juvenil (HAIJ) es una enfermedad inflamatoria crónica del hígado que se caracteriza por una interacción compleja entre factores genéticos, inmunológicos y ambientales que conducen a la pérdida de inmunotolerancia a los antígenos hepáticos. Afecta tanto a niños como a adolescentes, más comúnmente mujeres, y sus manifestaciones clínicas son bastante variables. La HAIJ es de naturaleza progresiva y, si no se trata, puede provocar cirrosis e insuficiencia hepática terminal. Aunque se describió por primera vez hace casi 50 años, ha habido pocos avances significativos en el manejo clínico de estos pacientes, tanto en términos de herramientas diagnósticas disponibles como de opciones terapéuticas. La actividad de aminotransferasa, las inmunoglobulinas clase G y los autoanticuerpos son los biomarcadores utilizados para diagnosticarla y controlar la respuesta al tratamiento junto con los hallazgos clínicos e histológicos. A pesar de su utilidad y rentabilidad, estos biomarcadores no son una expresión precisa del mecanismo patogénico la HAI, ni una medida precisa de la respuesta al tratamiento. El estándar actual de atención se basa principalmente en la administración de esteroides y azatioprina. Se ha demostrado que esta combinación de medicamentos es efectiva para inducir la remisión de la enfermedad en la mayoría de los pacientes, mejorando dramáticamente su supervivencia; sin embargo, no solo no restablece la tolerancia a los autoantígenos hepáticos, sino que tampoco detiene la progresión de la enfermedad en algunos pacientes, haciendo necesario a menudo su uso durante toda la vida y, finalmente, tiene efectos secundarios nocivos. La terapia ideal debe ser lo suficientemente selectiva como para contrastar el daño hepático mediado por el sistema inmune mientras se preserva o potencia la capacidad de desarrollar tolerancia permanente frente a los autoantígenos patógenos. Al revisar la literatura de vanguardia, el artículo citado destaca nuevas estrategias diagnósticas y terapéuticas para el manejo de HAIJ con un enfoque especial en nuevas estrategias de inmunoterapia. Estas herramientas prometedoras podrían mejorar el algoritmo de diagnóstico, predecir con mayor precisión el pronóstico de la enfermedad y proporcionar un tratamiento dirigido e individualizado.   Sciveres M et al. Front Pediatr. 2019 Sep 20;7:382. doi: 10.3389/fped.2019.00382. eCollection 2019. https://www.frontiersin.org/articles/10.3389/fped.2019.00382/full    
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  • La hepatitis autoinmune juvenil (HAIJ) es una enfermedad inflamatoria crónica del hígado que se caracteriza por una interacción compleja entre factores genéticos, inmunológicos y ambientales que conducen a la pérdida de inmunotolerancia a los antígenos hepáticos. Afecta tanto a niños como a adolescentes, más comúnmente mujeres, y sus manifestaciones clínicas son bastante variables. La HAIJ es de naturaleza progresiva y, si no se trata, puede provocar cirrosis e insuficiencia hepática terminal. Aunque se describió por primera vez hace casi 50 años, ha habido pocos avances significativos en el manejo clínico de estos pacientes, tanto en términos de herramientas diagnósticas disponibles como de opciones terapéuticas. La actividad de aminotransferasa, las inmunoglobulinas clase G y los autoanticuerpos son los biomarcadores utilizados para diagnosticarla y controlar la respuesta al tratamiento junto con los hallazgos clínicos e histológicos. A pesar de su utilidad y rentabilidad, estos biomarcadores no son una expresión precisa del mecanismo patogénico la HAI, ni una medida precisa de la respuesta al tratamiento. El estándar actual de atención se basa principalmente en la administración de esteroides y azatioprina. Se ha demostrado que esta combinación de medicamentos es efectiva para inducir la remisión de la enfermedad en la mayoría de los pacientes, mejorando dramáticamente su supervivencia; sin embargo, no solo no restablece la tolerancia a los autoantígenos hepáticos, sino que tampoco detiene la progresión de la enfermedad en algunos pacientes, haciendo necesario a menudo su uso durante toda la vida y, finalmente, tiene efectos secundarios nocivos. La terapia ideal debe ser lo suficientemente selectiva como para contrastar el daño hepático mediado por el sistema inmune mientras se preserva o potencia la capacidad de desarrollar tolerancia permanente frente a los autoantígenos patógenos. Al revisar la literatura de vanguardia, el artículo citado destaca nuevas estrategias diagnósticas y terapéuticas para el manejo de HAIJ con un enfoque especial en nuevas estrategias de inmunoterapia. Estas herramientas prometedoras podrían mejorar el algoritmo de diagnóstico, predecir con mayor precisión el pronóstico de la enfermedad y proporcionar un tratamiento dirigido e individualizado.   Sciveres M et al. Front Pediatr. 2019 Sep 20;7:382. doi: 10.3389/fped.2019.00382. eCollection 2019. https://www.frontiersin.org/articles/10.3389/fped.2019.00382/full    
    Feb 21, 2020 41912
  • 23 Jan 2020
    Dr. Sivamani, Octubre 2019 Estudio piloto investiga los efectos del consumo diario de almendras en las arrugas faciales http://www.almendras.mx/bellezaconalmendras  Investigadores de la Universidad de California en Davis (EUA) descubrieron que consumir un refrigerio diario de almendras en lugar de otros refrigerios sin nueces reduce el ancho y severidad de las arrugas en mujeres posmenopáusicas. El estudio estuvo financiado por el Almond Board of California y es el primero en su tipo en evaluar los efectos de las almendras en la salud de la piel.   En este estudio aleatorio controlado de 16 semanas, 28 mujeres posmenopáusicas sanas con tipo de piel 1 (siempre se quema, nunca se broncea) o 2 (generalmente se quema, se broncea ligeramente) en la clasificación de Fitzpatrick se asignaron aleatoriamente a uno de dos grupos:   El grupo de intervención consumió un refrigerio de almendras y el grupo de control consumió un refrigerio sin nueces: barra de cereal, barra de granola o pretzels. Para ambos este refrigerio constituyó el 20 % de su consumo total diario de calorías, o 340 calorías en promedio (unos 60 gramos). Además de esos refrigerios, las participantes en el estudio siguieron sus regímenes alimentarios normales, sin consumir otro tipo de nueces ni productos con nueces.   Las evaluaciones de la piel se condujeron al inicio del estudio y en intervalos de 4 semanas que concluyeron a las 16 semanas. En cada visita, las arrugas faciales se evaluaron con imagenología facial de alta resolución y se validaron con medición y modelado facial.   Al final del estudio, el análisis de las imágenes fotográficas mostró mejoras estadísticamente significativas en las participantes del grupo de intervención de almendras. El ancho de las arrugas disminuyó 10 % y la severidad de las arrugas disminuyó 9 % respecto al grupo de control. No se detectó ningún cambio en la función de la barrera protectora de la piel entre los grupos.   Este es el primer estudio clínico en humanos que investiga los efectos “por fuera” de consumir almendras. Estos resultados prometedores sin duda justifican la investigación más profunda y el estudio más amplio y un segundo estudio ya está en curso en UC Davis.    
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  • Dr. Sivamani, Octubre 2019 Estudio piloto investiga los efectos del consumo diario de almendras en las arrugas faciales http://www.almendras.mx/bellezaconalmendras  Investigadores de la Universidad de California en Davis (EUA) descubrieron que consumir un refrigerio diario de almendras en lugar de otros refrigerios sin nueces reduce el ancho y severidad de las arrugas en mujeres posmenopáusicas. El estudio estuvo financiado por el Almond Board of California y es el primero en su tipo en evaluar los efectos de las almendras en la salud de la piel.   En este estudio aleatorio controlado de 16 semanas, 28 mujeres posmenopáusicas sanas con tipo de piel 1 (siempre se quema, nunca se broncea) o 2 (generalmente se quema, se broncea ligeramente) en la clasificación de Fitzpatrick se asignaron aleatoriamente a uno de dos grupos:   El grupo de intervención consumió un refrigerio de almendras y el grupo de control consumió un refrigerio sin nueces: barra de cereal, barra de granola o pretzels. Para ambos este refrigerio constituyó el 20 % de su consumo total diario de calorías, o 340 calorías en promedio (unos 60 gramos). Además de esos refrigerios, las participantes en el estudio siguieron sus regímenes alimentarios normales, sin consumir otro tipo de nueces ni productos con nueces.   Las evaluaciones de la piel se condujeron al inicio del estudio y en intervalos de 4 semanas que concluyeron a las 16 semanas. En cada visita, las arrugas faciales se evaluaron con imagenología facial de alta resolución y se validaron con medición y modelado facial.   Al final del estudio, el análisis de las imágenes fotográficas mostró mejoras estadísticamente significativas en las participantes del grupo de intervención de almendras. El ancho de las arrugas disminuyó 10 % y la severidad de las arrugas disminuyó 9 % respecto al grupo de control. No se detectó ningún cambio en la función de la barrera protectora de la piel entre los grupos.   Este es el primer estudio clínico en humanos que investiga los efectos “por fuera” de consumir almendras. Estos resultados prometedores sin duda justifican la investigación más profunda y el estudio más amplio y un segundo estudio ya está en curso en UC Davis.    
    Jan 23, 2020 84236
  • 06 Nov 2019
    La disfunción eréctil ha sido considerada como un marcador temprano de riesgo cardiovascular que puede preceder a las manifestaciones clínicas tradicionales de la aterosclerosis. Por otro lado, puede alertar sobre la pre­sencia de factores de riesgo desconocidos y de un riesgo cardiovascular aumentado. (Javaroni & Fritsch, 2012) La prevalencia de disfunción eréctil (DE), en pacientes con enfermedad cardiovascular establecida va de 47 al 75%. (Vlachopoulos, et al., 2013) Tanto la enfermedad cardiovascular como la disfunción eréctil tienen factores de riesgo en común entre los que se encuentran: la edad, obesidad, hipertensión, hipercoles­terolemia, resistencia a la insulina, diabetes, tabaquismo, sedentarismo, depresión y síndrome metabólico. (Vla­chopoulos, et al., 2013) Estos factores de riesgo pueden condicionar disfunción endotelial, la cual representa el mecanismo común subyacente de ambos padecimientos. (Gazzaruso, et al., 2016) En pacientes con enfermedad vascular (enfermedad coronaria, enfermedad cerebrovascular), se ha reporta­do la presencia de disfunción eréctil. Esto se explica considerando que la DE y la enfermedad vascular com­parten disfunción en la vía del óxido nítrico, que lleva de manera temprana a una incapacidad de vasodilatación y a alteraciones estructurales en etapa crónica. (Carri­llo, et al., 2012) Estudios prospectivos previos indican que entre los hombres sin enfermedad cardiovascular conocida, aque­llos con disfunción eréctil tienen un aumento significativo del riesgo de enfermedad cardiovascular resultante, como enfermedad coronaria, evento vascular cerebral y enfer­medad vascular periférica, así como de la mortalidad por cualquier causa, comparados con los hombres sin disfun­ción eréctil. (Banks, et al., 2013) En un estudio angiográfico prospectivo de hombres con disfunción eréctil de origen vascular como único sín­toma, cerca de 1 de cada 5 presentaba estenosis corona­ria significativa. (Nehra, et al., 2013) Diversos estudios han mostrado que la disfunción eréctil: (Vlachopoulos, et al., 2013). a. Es frecuente en hombres con enfermedad cardiovas­cular establecida b. Coexiste con enfermedad coronaria oculta c. Es un factor de riesgo independiente para enferme­dad cardiovascular futura En general, la disfunción eréctil precede a eventos car­diovasculares por un periodo que va de 2 a 5 años, teniendo como promedio 3 años. (Viigimaa, et al., 2014; Vlachopou­los, et al., 2013) Este padecimiento es, por tanto, un predictor indepen­diente en el desarrollo de la enfermedad cardiovascular y puede ofrecer la posibilidad de implementar acciones tera­péuticas para minimizar la carga de una enfermedad cardio­vascular mayor como infarto del miocardio o un evento vas­cular cerebral. (Carrillo, et al., 2012; Javaroni & Fritsch, 2012) Debido a esta asociación que se ha encontrado entre disfunción eréctil y alto riesgo cardiovascular, así como in­cremento en la mortalidad, se ha recomendado evaluar la DE en la valoración del riesgo cardiovascular, (Ramírez, et al., 2016) pues si bien es en sí mismo un síntoma inquietan­te, cada vez se reconoce más su importancia como marca­dor de riesgo para enfermedad cardiovascular potencial y muerte prematura. (Banks, et al., 2013).  
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  • La disfunción eréctil ha sido considerada como un marcador temprano de riesgo cardiovascular que puede preceder a las manifestaciones clínicas tradicionales de la aterosclerosis. Por otro lado, puede alertar sobre la pre­sencia de factores de riesgo desconocidos y de un riesgo cardiovascular aumentado. (Javaroni & Fritsch, 2012) La prevalencia de disfunción eréctil (DE), en pacientes con enfermedad cardiovascular establecida va de 47 al 75%. (Vlachopoulos, et al., 2013) Tanto la enfermedad cardiovascular como la disfunción eréctil tienen factores de riesgo en común entre los que se encuentran: la edad, obesidad, hipertensión, hipercoles­terolemia, resistencia a la insulina, diabetes, tabaquismo, sedentarismo, depresión y síndrome metabólico. (Vla­chopoulos, et al., 2013) Estos factores de riesgo pueden condicionar disfunción endotelial, la cual representa el mecanismo común subyacente de ambos padecimientos. (Gazzaruso, et al., 2016) En pacientes con enfermedad vascular (enfermedad coronaria, enfermedad cerebrovascular), se ha reporta­do la presencia de disfunción eréctil. Esto se explica considerando que la DE y la enfermedad vascular com­parten disfunción en la vía del óxido nítrico, que lleva de manera temprana a una incapacidad de vasodilatación y a alteraciones estructurales en etapa crónica. (Carri­llo, et al., 2012) Estudios prospectivos previos indican que entre los hombres sin enfermedad cardiovascular conocida, aque­llos con disfunción eréctil tienen un aumento significativo del riesgo de enfermedad cardiovascular resultante, como enfermedad coronaria, evento vascular cerebral y enfer­medad vascular periférica, así como de la mortalidad por cualquier causa, comparados con los hombres sin disfun­ción eréctil. (Banks, et al., 2013) En un estudio angiográfico prospectivo de hombres con disfunción eréctil de origen vascular como único sín­toma, cerca de 1 de cada 5 presentaba estenosis corona­ria significativa. (Nehra, et al., 2013) Diversos estudios han mostrado que la disfunción eréctil: (Vlachopoulos, et al., 2013). a. Es frecuente en hombres con enfermedad cardiovas­cular establecida b. Coexiste con enfermedad coronaria oculta c. Es un factor de riesgo independiente para enferme­dad cardiovascular futura En general, la disfunción eréctil precede a eventos car­diovasculares por un periodo que va de 2 a 5 años, teniendo como promedio 3 años. (Viigimaa, et al., 2014; Vlachopou­los, et al., 2013) Este padecimiento es, por tanto, un predictor indepen­diente en el desarrollo de la enfermedad cardiovascular y puede ofrecer la posibilidad de implementar acciones tera­péuticas para minimizar la carga de una enfermedad cardio­vascular mayor como infarto del miocardio o un evento vas­cular cerebral. (Carrillo, et al., 2012; Javaroni & Fritsch, 2012) Debido a esta asociación que se ha encontrado entre disfunción eréctil y alto riesgo cardiovascular, así como in­cremento en la mortalidad, se ha recomendado evaluar la DE en la valoración del riesgo cardiovascular, (Ramírez, et al., 2016) pues si bien es en sí mismo un síntoma inquietan­te, cada vez se reconoce más su importancia como marca­dor de riesgo para enfermedad cardiovascular potencial y muerte prematura. (Banks, et al., 2013).  
    Nov 06, 2019 31242