El cáncer de mama es el más común en mujeres a nivel mundial, representando el 25% de todos los cánceres femeninos. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año se diagnostican aproximadamente 2.3 millones de casos nuevos de cáncer de mama y se reportan alrededor de 685,000 muertes relacionadas con la enfermedad. En México, se ha convertido en la principal causa de muerte por cáncer en mujeres, con una tasa de incidencia que ha aumentado en las últimas décadas. Datos recientes del Instituto Nacional de Cancerología (INCan) indican que cada año se registran alrededor de 27,500 nuevos casos en el país, con una tasa de mortalidad aproximada de 15.8 por cada 100,000 mujeres. A nivel global, se estima que una de cada ocho mujeres desarrollará cáncer de mama a lo largo de su vida, lo cual evidencia la necesidad urgente de implementar estrategias efectivas para la detección temprana y el tratamiento oportuno.

Es importante recordar los síntomas y hallazgos de sospecha más destacables en CA de mama, tales como: Bulto o masa en la mama, cambios en la piel de la mama, alteraciones en el pezón, cambios en el tamaño o forma de la mama, dolor en la mama o pezón, ganglios linfáticos, entre otros.

El cáncer de mama tiene múltiples factores de riesgo, tanto modificables como no modificables. Entre los factores de riesgo no modificables se incluyen la edad, historia familiar de cáncer de mama, mutaciones genéticas (como BRCA1 y BRCA2) y antecedentes personales de cáncer de mama. Los factores de riesgo modificables incluyen la obesidad, el sedentarismo, el consumo excesivo de alcohol y la exposición a radiación ionizante. Diversos estudios han demostrado que la obesidad y el sobrepeso están ligados en el aumento del riesgo de desarrollar cáncer de mama, especialmente en mujeres postmenopáusicas, lo que resalta la importancia de promover estilos de vida saludables como estrategia preventiva.

La prevención primaria a través de la modificación de hábitos, como la actividad física regular, una dieta equilibrada y la reducción del consumo de alcohol, puede disminuir el riesgo de cáncer de mama. La lactancia materna también se ha asociado con un menor riesgo, especialmente en mujeres premenopáusicas. Además, para mujeres con alto riesgo genético, las pruebas genéticas para identificar mutaciones genéticas.

El diagnóstico temprano es fundamental para mejorar las tasas de supervivencia. En etapas iniciales (estadios I y II), la tasa de supervivencia a cinco años puede ser superior al 90%. No obstante, en México, el diagnóstico suele realizarse en etapas avanzadas (estadios III y IV), lo que reduce considerablemente las probabilidades de supervivencia y calidad de vida de las pacientes.

Sabiendo que existen tratamientos quirúrgicos, otros como radioterapia y quimioterapia a expensas de la individualización de cada paciente y dependiendo de la progresión del cáncer, existen nuevas terapias como los inhibidores de PARP (utilizados en pacientes con mutaciones BRCA) y la inmunoterapia, han mostrado eficacia en ciertos subgrupos. Recientemente, se han desarrollado medicamentos como los inhibidores de CDK4/6 (palbociclib, ribociclib, abemaciclib) que, combinados con terapia endocrina, han mejorado significativamente la supervivencia libre de progresión en pacientes con cáncer de mama avanzado receptor hormonal positivo. No obstante, el acceso a estas terapias sigue siendo un desafío para distintos países debido a los altos costos y la limitada cobertura por parte de los sistemas de salud pública. La mayoría de estos tratamientos de última generación solo están disponibles en hospitales privados o centros especializados, limitando su acceso a la población de bajos ingresos.

Conclusiones
El cáncer de mama es un problema de salud pública que requiere un enfoque multidisciplinario y estrategias adaptadas a las características epidemiológicas y socioeconómicas de cada región. La promoción de programas de tamizaje efectivos, la educación en salud y el acceso equitativo a terapias innovadoras son pilares fundamentales para mejorar el diagnóstico temprano y las tasas de supervivencia. La integración de la medicina de precisión y la investigación continua sobre los subtipos moleculares de cáncer de mama son cruciales para desarrollar tratamientos más efectivos y reducir la carga de esta enfermedad.

Referencias:

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3. Instituto Nacional de Cancerología (INCan). Informe Técnico: Cáncer de Mama en México. *INCan.* 2022.
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