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03 de octubre de 2024 Publicado por MedChannel 431

Párkinson: Avances terapéuticos y nuevas estrategias en el manejo de la enfermedad avanzada

La enfermedad de Parkinson (EP) es el segundo trastorno neurodegenerativo más común en el mundo y su incidencia ha aumentado considerablemente en las últimas décadas, incluyendo en países de ingresos medios como México. De acuerdo con datos recientes del Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía (INNN) y la Secretaría de Salud, se estima que en México alrededor de 50,000 personas viven con EP, aunque se reconoce que existe un subregistro significativo, principalmente debido a diagnósticos tardíos y a la falta de acceso a servicios especializados en áreas rurales.


Los síntomas de la enfermedad se dividen en dos categorías principales: síntomas motores y no motores


Dentro de los síntomas motores, los cuales relacionados con la degeneración de las neuronas dopaminérgicas en la sustancia negra, incluye: Bradicinesia, temblor en reposo, rigidez muscular e inestabilidad postural.


Síntomas no motores abarcan: Trastornos neuropsiquiátricos (depresión, ansiedad), disfunción autonómica, trastornos del sueño, dolor y fatiga.


El tratamiento farmacológico actual involucra una combinación de agentes para abordar tanto los síntomas motores como no motores. Además de la levodopa, se emplean agonistas dopaminérgicos (p. ej., pramipexol, ropinirol) e inhibidores de la monoaminooxidasa B (iMAO-B) como rasagilina y selegilina, especialmente en etapas tempranas de la enfermedad. Los inhibidores de la catecol-O-metiltransferasa (iCOMT), como entacapona y opicapona, se utilizan como terapia adyuvante para prolongar la acción de la levodopa y reducir las fluctuaciones motoras.


La estimulación cerebral profunda (DBS, por sus siglas en inglés) es un procedimiento quirúrgico que ha demostrado ser eficaz en el control de los síntomas motores en la EP avanzada, particularmente en pacientes con fluctuaciones motoras severas y discinesias inducidas por la levodopa. La DBS implica la implantación de electrodos en estructuras cerebrales profundas, como el núcleo subtalámico o el globo pálido interno, para modular la actividad neuronal y reducir los síntomas motores.


Otra modalidad terapéutica en pacientes que no son candidatos a la DBS o que presentan contraindicación para procedimientos quirúrgicos invasivos es la administración continua de apomorfina subcutánea.


El manejo de los síntomas no motores incluye el uso de antidepresivos, como los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) para la depresión, agentes anticolinérgicos para la disfunción vesical y moduladores colinérgicos para el deterioro cognitivo leve.


Los avances en el conocimiento genético de la EP, como la identificación de mutaciones en los genes LRRK2 y GBA, están permitiendo el desarrollo de terapias dirigidas. La terapia génica, que busca restaurar la función dopaminérgica mediante la transferencia de genes codificantes para enzimas clave en la síntesis de dopamina, se encuentra en fases experimentales, pero ha mostrado resultados alentadores en modelos preclínicos. Además, el interés creciente en el papel de la microbiota intestinal en la patogénesis de la EP está abriendo nuevas perspectivas para intervenciones terapéuticas, incluidas las terapias basadas en probióticos y la modulación del eje intestino-cerebro.


En conclusión, el manejo terapéutico de la enfermedad de Parkinson es cada vez más complejo y se orienta hacia la individualización del tratamiento, considerando la heterogeneidad clínica y los factores genéticos de cada paciente. Los avances recientes, tanto en las terapias sintomáticas como en las estrategias potencialmente modificadoras de la enfermedad, ofrecen nuevas esperanzas para mejorar el control de los síntomas y la calidad de vida de los pacientes. La actualización constante y el enfoque multidisciplinario son fundamentales para los médicos especialistas que buscan brindar una atención integral y efectiva en esta enfermedad neurodegenerativa.


Referencias:

  1. Bloem BR, Okun MS, Klein C. Parkinson’s disease. Lancet. 2021;397(10291):2284-2303.
  2. Stocchi F, Torti M. Therapeutic strategies for Parkinson’s disease: promising agents in early clinical development. Expert Opin Investig Drugs. 2017;26(12):1219-1231.
  3. Schapira AHV, Chaudhuri KR, Jenner P. Non-motor features of Parkinson disease. Nat Rev Neurosci. 2017;18(7):435-450.
  4. Armstrong MJ, Okun MS. Diagnosis and Treatment of Parkinson Disease: A Review. JAMA. 2020;323(6):548-560.

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