El pasado 22 de septiembre de 2025, el Presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, encabezó una sesión informativa junto a funcionarios como el Secretario de Salud, Robert F. Kennedy Jr., y el Comisionado de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA), Marty Makary (1). Durante la conferencia, además de expresar opiniones polémicas sobre las vacunas, se afirmó la existencia de una “relación causal” entre el uso de acetaminofén en el embarazo y el desarrollo de autismo.
Más allá del contexto político, estas declaraciones requieren ser analizadas desde una perspectiva médica, dado que el acetaminofén (paracetamol) es uno de los fármacos más utilizados a nivel mundial, especialmente durante la gestación. El error central radica en confundir correlación con causalidad, un principio básico que los médicos aprendemos desde los primeros años de la carrera.
En la conferencia se citaron los trabajos de Liew et al. (2018) (2), Ji et al. (2020) (3) y Prada et al. (2025) (4). Aunque estos estudios exploraron posibles asociaciones entre la exposición prenatal a paracetamol y el riesgo de trastornos del neurodesarrollo, sus resultados deben interpretarse con cautela.
Un aspecto fundamental es el sesgo por indicación: el uso de un medicamento durante el embarazo nunca ocurre en el vacío, sino en el contexto de una enfermedad subyacente que motivó su prescripción. En este caso, el paracetamol suele utilizarse para tratar fiebre, dolor o infecciones, condiciones que en sí mismas podrían asociarse con desenlaces adversos en el neurodesarrollo. Separar el efecto del fármaco de la enfermedad que motivó su uso es metodológicamente complejo.
Incluso el propio profesor Zeyan Liew —cuyo trabajo fue citado en la conferencia— ha señalado de manera explícita: “Yo no diría definitivamente que el acetaminofén causa autismo, que es un trastorno complejo con causas multifactoriales” (5). Es decir, los estudios mencionados reportan asociaciones, pero de ninguna manera permiten concluir causalidad.
En contraste con esas interpretaciones parciales, en 2024 se publicó un estudio en JAMA Psychiatry, de Ahlqvist V. y colaboradores (6). Se trató de una cohorte nacional en Suecia que incluyó a 2,480,797 niños nacidos entre 1995 y 2019, con seguimiento hasta 2021. Este diseño, que incorporó un análisis de hermanos control, permitió reducir la influencia de factores genéticos y ambientales compartidos.
En el estudio anterior el uso de acetaminofén durante el embarazo no se asoció con un mayor riesgo de autismo, TDAH o discapacidad intelectual cuando se controló adecuadamente por factores familiares. Esto sugiere que las asociaciones observadas en otros modelos probablemente se explican por variables de confusión, más que por un efecto directo del fármaco.
En la conferencia, Trump declaró: “No lo tomen, no lo tomen, no hay inconveniente en no tomarlo”. Aunque esta afirmación pueda parecer inocua, resulta peligrosa en la práctica clínica. La fiebre materna no tratada se asocia con mayor riesgo de complicaciones obstétricas y fetales. Ignorar un síntoma que puede ser manejado de manera segura con acetaminofén implica más riesgo que beneficio.
El embarazo es una etapa en la que toda decisión terapéutica debe basarse en un balance riesgo-beneficio. Actualmente, el paracetamol continúa siendo considerado el analgésico y antipirético de primera elección en gestantes, respaldado por guías internacionales. Mensajes contradictorios y alarmistas no solo generan ansiedad en las pacientes, sino que también erosionan la confianza en las recomendaciones médicas y en la ciencia misma.
El caso del acetaminofén y el autismo ilustra cómo la desinformación puede distorsionar hallazgos científicos y generar alarma injustificada. La evidencia más reciente y robusta no respalda la existencia de un vínculo causal entre el uso de paracetamol en el embarazo y trastornos del neurodesarrollo. Como médicos, debemos reafirmar nuestro compromiso con la ciencia basada en evidencia y transmitir mensajes claros y responsables a la población.
Referencias:
- Ghorayshi A. El gobierno de Trump relaciona el Tylenol y el autismo, sin dar pruebas fundamentadas. The New York Times en Español [Internet]. 2025 septiembre 23 [citado 2025 septiembre 29]. Disponible en: https://www.nytimes.com/es/2025/09/23/espanol/ciencia-y-tecnologia/trump-tylenol- autismo.html
- Liew Z, Kioumourtzoglou MA, Roberts AL, O'Reilly ÉJ, Ascherio A, Weisskopf MG. Use of Negative Control Exposure Analysis to Evaluate Confounding: An Example of Acetaminophen Exposure and Attention-Deficit/Hyperactivity Disorder in Nurses' Health Study II. Am J Epidemiol. 2019 Apr 1;188(4):768-775. doi: 10.1093/aje/kwy288. PMID: 30923825; PMCID: PMC6438812.
- Ji Y, Azuine RE, Zhang Y, Hou W, Hong X, Wang G, Riley A, Pearson C, Zuckerman B, Wang X. Association of Cord Plasma Biomarkers of In Utero Acetaminophen Exposure With Risk of Attention-Deficit/Hyperactivity Disorder and Autism Spectrum Disorder in Childhood. JAMA Psychiatry. 2020 Feb 1;77(2):180-189. doi: 10.1001/jamapsychiatry.2019.3259. PMID: 31664451; PMCID: PMC6822099.
- Prada D, Ritz B, Bauer AZ, Baccarelli AA. Evaluation of the evidence on acetaminophen use and neurodevelopmental disorders using the Navigation Guide methodology. Environ Health. 2025 Aug 14;24(1):56. doi: 10.1186/s12940-025-01208-0. PMID: 40804730; PMCID: PMC12351903.
- Astor M, Blum D, Caron C. ¿Es seguro tomar Tylenol durante el embarazo? Los expertos dicen que es la mejor opción. The New York Times en Español [Internet]. 2025 sep 24 [citado 2025 sep 29]. Disponible en: https://www.nytimes.com/es/2025/09/24/espanol/estilos-de-vida/tylenol-embarazo- paracetamol-autismo.html
- Ahlqvist VH, Sjöqvist H, Dalman C, Karlsson H, Stephansson O, Johansson S, Magnusson C, Gardner RM, Lee BK. Acetaminophen Use During Pregnancy and Children's Risk of Autism, ADHD, and Intellectual Disability. JAMA. 2024 Apr 9;331(14):1205-1214. doi: 10.1001/jama.2024.3172. PMID: 38592388; PMCID: PMC11004836.