Durante décadas, la diabetes mellitus tipo 2 (DM2) se ha considerado un trastorno del metabolismo de la glucosa, caracterizado por resistencia a la insulina, disfunción de la célula ß pancreática y eventual hiperglucemia crónica.
Sin embargo, en los últimos años ha cobrado fuerza una visión renovada: la DM2 debe entenderse también como una enfermedad inflamatoria crónica de bajo grado, con activación persistente de mecanismos inmuno metabólicos que afectan al tejido adiposo, hígado, músculo esquelético, páncreas y sistema vascular.
Del paradigma metabólico al inmuno metabólico: una fisiopatología redibujada
Resistencia a la insulina e inflamación de bajo grado
La acumulación de tejido adiposo visceral y ectópico desencadena una cascada inflamatoria mediada por adipocitoquinas proinflamatorias (TNF-a, IL-6, MCP-1) y macrófagos activados en el tejido adiposo.
Esto genera un estado inflamatorio sistémico persistente, asociado con resistencia a la insulina y estrés oxidativo.
- La revisión Inflammatory Trajectory of Type 2 Diabetes destaca que la inflamación de bajo grado (low-grade inflammation, LGI) precede al diagnóstico clínico de DM2 y persiste incluso tras el control glucémico.
- La resistencia a la insulina altera la función inmunitaria de linfocitos T y B, así como de macrófagos, cerrando un círculo vicioso entre metabolismo e inmunidad.
Daño de células ß y activación del inflamasoma
En los islotes pancreáticos, se ha identificado:
- Expresión elevada de citocinas proinflamatorias.
- Activación del inflamasoma NLRP3.
- Depósito de amiloide (IAPP) que acelera la pérdida de masa funcional de células ß.
El estrés del retículo endoplásmico, junto con la lipotoxicidad y la glucotoxicidad, potencia la inflamación y apoptosis celular, consolidando el componente inflamatorio intrínseco de la DM2.
Consecuencias sistémicas e integradas
La inflamación sistémica:
- Favorece la hiperglucemia y la disfunción endotelial.
- Promueve aterogénesis, fibrosis renal y cardiomiopatía diabética.
- Acelera la retinopatía, nefropatía y neuropatía.
Por tanto, la DM2 debe considerarse una enfermedad metabólica-inmunológica crónica, cuya comprensión abre paso a una medicina metabólica con enfoque antiinflamatorio.
Implicaciones clínicas
Esta visión redefine la práctica médica: no basta con controlar la glucemia, sino que se debe identificar y modular la inflamación crónica como factor clave en la progresión y complicaciones de la DM2.
Los tratamientos actuales deben complementarse con estrategias que:
- Modulen la inflamación.
- Mejoren la sensibilidad a la insulina.
- Protejan los órganos diana desde una perspectiva inmuno metabólica.
Herramientas actuales para el diagnóstico temprano.
Evaluación clínica y detección de resistencia insulínica
- Historia de obesidad central, síndrome metabólico, esteatosis hepática, hipertensión o dislipidemia.
- Índices de resistencia a la insulina (HOMA-IR, QUICKI, u otros).
- Reconocimiento de que la resistencia a la insulina precede al diagnóstico de DM2 por 10–15 años.
Biomarcadores inflamatorios y metabólicos
- hs-CRP, IL-6 y TNF-a: predictores de riesgo para DM2 y enfermedad cardiovascular.
- Perfil hematológico con elevación de leucocitos, globulinas y descenso de albúmina.
- Índices metabólicos como triglicéridos/HDL o partículas lipoproteicas pequeñas, que reflejan disfunción inflamatoria.
Pruebas glucémicas estándar
- Glucosa plasmática en ayunas, hemoglobina glicosilada (HbA1c = 6.5 %), prueba de tolerancia oral a la glucosa.
- Desde la óptica inflamatoria, la detección precoz de biomarcadores inflamatorios permite intervenir antes de la hiperglucemia franca.
Nuevos tratamientos en el paradigma inflamatorio de la DM2
-
Enfoque terapéutico integrado
El manejo debe abordar tres pilares esenciales:- Control glucémico.
- Reducción de resistencia insulínica e inflamación.
- Protección del órgano blanco.
-
Fármacos convencionales con efecto antiinflamatorio
- Metformina: activa AMPK, reduce el estrés oxidativo y modula la inflamación.
- Agonistas de GLP-1 (Semaglutida): disminuyen marcadores inflamatorios y mejoran la función metabólica.
- Inhibidores de SGLT2 (Empagliflozina): contribuyen a la protección cardiovascular y reducción de inflamación vascular.
-
Intervenciones dirigidas a la inflamación
- Terapias antiinflamatorias específicas, como colchicina a dosis bajas, han mostrado beneficio en pacientes con DM2 y alto riesgo cardiovascular (COLCOT Trial).
- Aunque la evidencia aún es incipiente, este enfoque promete una modificación de la enfermedad más allá del control glucémico.
-
Intervenciones de estilo de vida
- Pérdida ponderal, ejercicio regular y dieta antiinflamatoria reducen niveles de IL-6 y CRP.
- Atención especial a la esteatosis hepática metabólica, fuente importante de inflamación sistémica.
-
Protección de órgano blanco
- Reconocer que la inflamación acelera daño vascular, renal y neurológico.
- Justificar el uso temprano de agonistas GLP-1 o inhibidores SGLT2 como estrategias de protección integral.
Discusión
El paradigma de la “diabetes inflamatoria crónica” transforma la visión terapéutica del especialista.
Ya no se trata solo de “normalizar glucosa”, sino de interrumpir la cascada inflamatoria que conduce a la disfunción multiorgánica.
Desafíos actuales
- Falta de estandarización en biomarcadores inflamatorios clínicos.
- Ausencia de guías que incorporen la inflamación como objetivo terapéutico formal.
- Evidencia limitada de terapias antiinflamatorias específicas en DM2.
El especialista debe adaptar este conocimiento al contexto clínico, priorizando la medicina personalizada, costo-efectiva e interdisciplinaria.
Conclusiones
- La DM2 es una enfermedad inflamatoria crónica además de metabólica.
- El reconocimiento temprano de la resistencia a la insulina y la inflamación permite intervenciones preventivas antes de la hiperglucemia manifiesta.
- El tratamiento debe ser integral, con control glucémico, modulación inflamatoria, protección de órgano blanco y cambios en el estilo de vida.
- Los médicos especialistas, como líderes de opinión, son clave en la transición hacia una medicina metabólica e inmunológica centrada en la inflamación como eje de la enfermedad.
Bibliografía
- Ghafoury, R., Malek, M., Ismail-Beigi, F., & Khamseh, M. E. (2025). Role of Residual Inflammation as a Risk Factor Across Cardiovascular-Kidney-Metabolic (CKM) Syndrome: Unpacking the Burden in People with Type 2 Diabetes. Diabetes therapy : research, treatment and education of diabetes and related disorders, 16(7), 1341–1365. https://doi.org/10.1007/s13300-025-01743-6
- Lu, X., Xie, Q., Pan, X. et al. Type 2 diabetes mellitus in adults: pathogenesis, prevention and therapy. Sig Transduct Target Ther 9, 262 (2024). https://doi.org/10.1038/s41392-024-01951-9
- Pellegrini, V., La Grotta, R., Carreras, F., Giuliani, A., Sabbatinelli, J., Olivieri, F., Berra, C. C., Ceriello, A., & Prattichizzo, F. (2024). Inflammatory Trajectory of Type 2 Diabetes: Novel Opportunities for Early and Late Treatment. Cells, 13(19), 1662. https://doi.org/10.3390/cells13191662
- Roubille, F., Bouabdallaoui, N., Kouz, S., Waters, D. D., Diaz, R., Maggioni, A. P., Pinto, F. J., Grégoire, J. C., Gamra, H., Kiwan, G. S., Berry, C., López-Sendón, J., Koenig, W., Delorme, L., Elbaz, M., Coste, P., Provencher, M., Bassevitch, Z., Blondeau, L., L Allier, P. L., … Tardif, J. C. (2024). Low-Dose Colchicine in Patients With Type 2 Diabetes and Recent Myocardial Infarction in the Colchicine Cardiovascular Outcomes Trial (COLCOT). Diabetes care, 47(3), 467–470. https://doi.org/10.2337/dc23-1825


